Después, de
una historia en la que el menos beneficiado ha sido el arte. A fin de
cuentas, con el fin de los nacionalismos y de las replicas neoyorquinas, y
después de estar al servicio de las instituciones. En las décadas de
los ochentas y noventas el arte mexicano, buscó sus respuestas en la
ironía y en el apoyo institucional bajo el disfraz de los concursos, para
disminuir por parte de las instituciones gubernamentales la
responsabilidad de magnificar los apoyos al arte; convirtiendo los
concurso en una rama mas de la corrupción. Que ya es parte de nuestra cotidianeidad. Surge la pregunta, si el arte es reflejo de la realidad social
de una comunidad, entonces ¿un pueblo corrupto merece arte corrupto?
Si tomamos
en cuenta las enseñanzas del maestro Juan Acha, para enfrentarnos a
las categorías estéticas, suena inesperado y un tanto cómico, que yo,
en mi condición de aficionada y estudiosa del arte, escriba un
ensayo sobre el arte en México del año 2000 al 2004. Y más gracioso
aun, que a lo mejor no me quede tan mal.
Pero si lo
cómico es lo inesperado, o lo sacado de contexto, la desilusión de
lo no esperado, lo absurdo (contrario a la razón) entonces ¿Donde estaría
lo sorprendente? ¿Donde esta lo gracioso?
Cuando nos
enfrentamos a propuestas artísticas que no son mas que desilusión al
menos para cualquier productor comprometido con el arte en sí mismo.
Y en las que de antemano se sabe que al que llaman buen arte, no es tan bueno
como conveniente al sistema que cubre. Entonces, que nos puede
sorprender, que puede resultar absurdo o cómico.
Comenzando
con mi entorno actual, los estudiantes de arte, creemos tener la capacidad
de hacer crítica, de ser creadores, y artistas casi comparables con
dios, somos discípulos… claro que si; de maestría en artes, y por supuesto
no somos capaces siquiera de criticar nuestra propia obra con un sentido
verdaderamente critico y estético. No somos capaces de convertirnos en el
primer espectador de nuestra obra. No somos capaces de confrontar a la
realidad, ni de enfrentarnos a ella, no tenemos la capacidad de analizar
las obras como obras, y a nosotros como humanos, las cosas se deberían ver
desde afuera para poder verlas completas y desde todos su ángulos, sin
apasionamientos, sin casarse con ideas ajenas.
Y es
precisamente, es de esta insuficiencia de donde surgen los pseudo
valores autorizados para producir y para criticar la obra de arte. (Ja,
ja, ja)
Creo que
no hablo solo por ardides (nótese, el solo, ya que; no me puedo negar
la humana tentación, de estar ardida pero, también puedo ver las cosas
fríamente) ya que a mi nunca me han dado un premio o una beca, creo, mas
bien que esta falta de incentivos me ha brindado la posibilidad de ver las
cosas desde fuera de la maraña y, no soy la única que se da cuenta de
estas pequeñas sorpresas que podrían ser cómicas.
La revista
proceso año con año, en cuanto se presenta la acostumbrada exposición de
los jóvenes creadores (FONCA) la desmenuza, en manos de sus encargados del arte
de arte y cultura, que según las instituciones tienen los conocimientos
necesarios para hacer su critica; y cito
“la
muestra presenta decisiones curatoriales que , desde mi punto de vista ,
eliminan la riqueza que habría tenido este proyecto si se hubiese atrevido
a presentar un a valiente alternativa a las políticas de difusión del INBA ;
alternativa indispensable ya que cada vez más frecuente es la presencia de
los mismos artistas tanto en museos como en espacios comerciales.”1
Pero ¿cómo
es esto?, sí mi profesor de arte actual dice que hay mas de 28,000
artistas registrados en México. (Y siempre son los mismos) Así que,
tampoco los encargados de buscar nuevas propuestas, hacen lo posible por
encontrar valores nuevos, que hablen de una problemática real en nuestra
sociedad y de nuestra realidad, no digo
que me encuentre a mí, por que yo en mi obra no me preocupo por la
sociedad, ni por la política, ni por la fama. Trato de ocuparme en una
búsqueda que nadie sabe en que pueda terminar pero que trata de hablar de
la realidad que me rodea.
Díganme,
si no es cómico y hasta podría ser cantinflesco que
algunos profesionales y estudiosos hagan como que hacen y no hacen
nada. Y si, cantinflas y Juan Acha no se equivocaron también seria
cómico el caso en el que se descontextualiza la realidad, pero oiga
usted, hay quien quiere retomar tal cual los valores neoyorquinos o
europeos del arte, sin siquiera meter las manitas para no dar el azotón
tan brusco y sin salir raspado. No se busca una propuesta que se amase en
la realidad mexicana, así como en sus recursos y materiales. Nos quedamos propuestas que traten de copiar las
realidades de otros países, que lo único que tienen en común con México es
la corrupción y las ansias de pertenecer a un primer mundo para el que no
estamos preparados.
Parece que
lo que buscan las instituciones por medio del arte es generar en la
sociedad vergüenza y abandono por lo que somos, pues aunque no seamos como
los europeos o gringos, tenemos nuestra propia cultura con otros intereses
y otras necesidades. Si ya de por sí es vergonzoso que tanta y tanta gente
se valla al otro lado persiguiendo un sueño absurdo, para trabajar en otro
lado con todas las ganas que no le ponen al trabajo en su propia tierra de
la que son dueños y, por este sueño la dejan morir. De todas formas aquí
en México nadie sabe lo que sucede o eso es lo que creen los que creen
saberlo todo, y llegan a grado de querer traer una sucursal Gugenhaim a
Guadalajara, pos pá que, si no pá exhibir jarros de Tlaquepaque y, botellas de
tequila, viejas y aventadas, bien neoyorquino ¿no? Una sociedad que no
esta instruida en los lenguajes del arte, busca traer un gran museo como
si con eso mejorará la calidad de lo que se produce en nuestro país.
Mientras los
artistas mexicanos no quieran que la sociedad entienda o comprenda el arte,
la sociedad no lo va a comprender. Por cierto al artista, nadie le pidió
que hiciera nada. Ahora, si el artista quiere que surja el interés por su obra,
debería generar obras en las que el primer interesado sea el y después que
generen interés en el público.
¿Público?
Como se aprende a leer, se aprende a observar, se aprende a escuchar y el
detonador de este interés por aprender podría ser un simple chubasco del que
te cubres bajo una escultura, pero debemos tener la disposición para
someter nuestras obras al los sentidos del observador, dejar que se
acerque, primero como sea, para poder cautivarlo después, y entonces sí,
ponernos exigentes. Hay que pensar en la obra como algo que se ve, algo
que se siente , algo que se interpone en tu camino, la obra es algo real, pero
también hay que pensar en él que ve, ¿Cómo ve? Cómo se concibe? ¿Como quiere
ser visto? ¿Por que ve así?
Yo se que no es fácil, pero quien dijo
que el arte era fácil. ¿Por qué no se les enseña a ver?
Pasando a
otro caso, es gracioso que nos visiten grandes artistas
de renombre mundial. A los que si se les hace mucha promoción
aunque que casi nadie sepa quienes son y, aunque nadie sabe quienes son
invierten una lanotota en la propuesta museográfica de obras que
son tan buenas que pueden vivir si ella, pero se hace y se agradece. ¿Todo
para qué?; si no sale en la tele 50 veces al día nadie va a verlos. Si al
público se le llega por la tele, pues ataquémoslo con la tele. Hay que ver
las filas interminables que hay para ver la exposición de los faraones
egipcios. Y no es culpa de la gente que se amotina fuera de estas exhibiciones,
la culpa es de que no hay mas que ir a ver o no se enteran con tanta facilidad
después de todo si son públicos no conocedores pero por algo se acercan al
museo, algo les falta en su cotidianeidad que lo buscan en el
museo. Entonces ¿cual es la finalidad de traerlas?
¿Justificar
un presupuesto fantasma que quien sabe donde quedo?
Que más da
¿También con el arte se podrá engañar a la gente?
Hay quien
dice que el arte es elitista, y hay quien dice que el arte es para el pueblo
y ¿quien les pidió su opinión o su punto de vista? Por otro lado
están los artistas que se apoderan de la calle, teniendo la
desvergüenza de plantar en espectaculares callejeros una sarta de
estupideces imprimiendo el mensaje “esto es una OBRA DE ARTE” sin siquiera
tomar en cuenta el soporte en el que lo esta haciendo, yo no se si sea por
tener una posición irreverente ante lo establecido, o por ignorancia. En
otro ejemplo, hay quien se vale de campañas publicitarias, súper conocidas
para lanzar sus patéticas observaciones sobre la sociedad en la que según
ellas están súper oprimida, y sin embargo no dejan de
“SER
TOTALMENTE MUJERES DE HIERRO.”
¿El arte
es estúpido?
¿El estúpido
es el que hace arte?
¿El estúpido
es el que no sabe ver arte?
Y hay quiénes
hablan de popularizar el arte, volver al muralismo, darse a las masas,
pero…obvio que la gente, no participe y,
que no toque y, no de ideas,
digo, que puede decir la gente, que no sean estupideces, si no saben nada
de arte, pero… a como se aprovechan de sus expresiones y sus costumbres.
En la
historias de vampiros. ¿Quiénes son los que conocen todas maneras de
burlar al chupasangre? Los lugareños.
“Sin
embargo, hay cierta opacidad por que la invención de los temas, las formas, los colores
no intervino la creatividad de los habitantes del de la zona. El diseño y la
coordinación de la elaboración de los murales fue responsabilidad del pintor
y grabador Gonzalo López.” 2
Ocurrió
también que meses después de estos murales en la delegación
Álvaro Obregón se dio otro intento de retomar lo cotidiano de la
gente pero lo cagado en este caso es que fue para presentar un libro
en el que se plantea que los mexicanos son chidos y nacos y alardean
de los rótulos de las tonterías y los carteles de las luchas por que “están
bien locos” “que buena onda” ¿no?
“Estudiantes
de la escuela nacional de arte plásticas UNAM elaboraron los murales con
la ayuda de rotulistas. Con pintura de esmalte, pintaron de blanco la
superficie para resaltar sobre ellas el contorno de los comics. El persistente
blanco y negro de Las Cortinas contrasta con la riqueza cromática de las
decoraciones de las fachadas, logrando a si una percepción rápida en la que
resaltan los fragmentos característicos de la visualidad urbana.”3
Entonces,
si los rotulistas son artistas, cualquier persona puede ser artisto en
el caso de hombres y artistas en el caso de mujeres. Tiene que dejar
de ser rotulista, para ser artisto… ya me hice bolas.
Pues...
Sí todo lo
naco es arte mexicano; porque, así somos
nosotros, entonces todos los mexicanos somos artistos, por que aparte de
que somos re chistosos, re pícaros, echamos artos albures, somos bien
brutos y estamos orgullosos se serlo; hasta podemos ser artistos, y viajar
a Europa con la esposa del presidente, y participar a lado de los
artistas de otros países, que por supuesto y por obvias razones el ni
el artisto ni la esposa del presidente, ni la encargada del Consejo Nacional
para la Cultura y la Arte (CONACULTA) saben quiénes son y por lo que veo,
tampoco le interesa, ni saber, ni llevar propuestas que hablen de la
realidad mexicana. A nadie le conviene que se sepa de la mediocridad que
existe en todos los ámbitos de nuestra realidad como país.
Con el uso
excesivo de metáforas, en el afán de hacer la obra de arte accesible
a todo el público. Le regalan al neófito espectador, las imágenes que
él conoce y reconoce, en lugar de llevarlo a ampliar su cultura y su
capacidad de realizar la lectura de la gran cantidad de impactos
visuales que en la actualidad, surgen hasta de las coladeras. Es
cómico o no que los especialistas y hacedores de arte, tengan que recurrir al
uso de imágenes prediseñadas, (¿perdieron ya, su capacidad creadora?) para
poder llevar un mensaje a todos sus espectadores que los esperan como
fans en el aeropuerto cuando llegan de triunfar en el extranjero. ¿Por qué
no buscar que sea la gente, la que se acerque a la alternativa del arte?
¿Es cómico
o no?, que Javier Marín (escultor) en su discurso incluya, el
no querer ser como se concibe a un artista mexicano en el extranjero,
el estereotipo del arte mexicano y de los indios borrachos abajo del
nopal o afuera de la cantina. Del que él dice “solo hacen monos”. Cuando
él también los hace, solo que, mas grandes.
Es
inesperado que yo, haya formado parte de un colectivo que gano el concurso de “Arte
por todas Partes”. En el que para poder cumplir con todos los compromisos
que se exigen, solo sean tres o cuatro personas las que tengan la cantidad
de obra necesaria, y que supuesta mente es un colectivo y como su nombre
lo dice el trabajo se hace entre todos (cosa que no sucedió).
Y con todo
esto la critica para este concurso, tiene bastos elogios, “Sin embargo
aun cuando se han abierto más alternativas de difusión, la posibilidad de
confrontar y analizar las diferentes propuestas es aun reducida y, por lo
mismo, me parece conveniente la existencia de exposiciones
que permiten detectar las tendencias que conforman una de las
vertientes más propositivas del arte contemporáneo mexicano. Por lo
mismo las muestras que presentan los becarios de
“Artes por todas partes”, me parecen un
acierto, aun cuando varios de ellos hayan expresado justificadamente sus molestias
por las deficiencias operativas del recinto. En general en todos los creadores
se descubre un rechazo por los referentes explícitos de la realidad visual.
La búsqueda y las propuestas se centran en
las posibilidades expresivas de la forma, de los materiales y de los colores.”4
¿Es
cómico, que se tenga que fracasar como grupo de artistas con
muchos compromisos, para emerger como un artista comprometido solamente
con el arte? En verdad es gracioso. No hay la necesidad de quedar bien con
nadie, más que con la obra misma.
1 Rosas
González Blanca, Atrapados entre curadores, en Proceso1297, 9 de septiembre
2001, p64. (arte
2 Rosas
González Blanca, Contra el gris de la pobreza, en Proceso1231, 4 de junio 2000,
p.80 (arte)
3 Rosas
González Blanca, El nuevo muralismo es callejero, en Proceso1265 28 de enero
2001 p.60 (arte)
4 Rosas González Blanca, El incipiente
auge de las poéticas pictóricas, en Proceso 1335, 2 de junio 2002, p.80
(arte)
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