
Una inquietud, la juventud eterna …
Una paradoja , la belleza contra la inutilidad; detener me resulta insultante. Escucho hablar de embellecimiento; no entiendo como funciona, algo banal intuyo en esta maraña.
Si te rompes un hueso, ya no sirves eres considerado inútil. El estar cubierto de yeso inutiliza y embellece cualquier cosa (parece que lo inútil es bello) burlar el tiempo la vuelve inmortal; macabra idea esta…
Bajo la tirantez del yeso soldan huesos, los espacios se cierran, la actividad se incrementa; hacia afuera la funcionalidad no existe, el peso se incrementa. Evidenciar espacios poco resaltados se convierte en la propiedad de la materia, estos siempre presentes aparecen tras la inutilización. ¿Es esta la opción del objeto? Evidencia de espacio; no me importa copiar las cosas, lo que quiero es inutilizarlas.
Recobrando la costumbre de las novias al de vestir de blanco y como mero pretexto, escogeré una cosa vieja, una cosa nueva, una cosa regalada, otra cosa prestada y una cosa azul, dos paredes que resguarden la pureza y la inmovilidad de las cosas mas no de los espacios. Una liga, el toque erótico que no puede faltar. Por ultimo vestigios de mi propia inmovilidad.
No podría suceder todo esto sin la experiencia propia del ser inutilizada, siempre he creído que el trabajo artístico es el resultado de las vivencias propias.
Estos elemento pueden presentarse bajo el mismo cielo de mi ciudad, si hay quinceañeras en el zócalo ¿porque no pueden haber espacios resaltados por el yeso en la ciudad? Solo necesito dos paredes que se presten a ser enyesadas para posteriormente ser desprendidas de esta costra en la que quedará el registro preciso del espacio presente. Después serán colocados bajo techo pero siempre llevando su propio espacio generado por sus propias paredes.
El yeso, frágil y sutil, elemento imponente aunque siempre desplazado. Juega como elemento de reserva, copia fiel del original aunque este siempre pesa mas. Yeso no pierdes tu fidelidad con la realidad; habla de ella como si fuera tu propia esencia la que resaltas. Resbala por su borde y fija con ello el tiempo. Blanco en muros, dentríficos y labiales, permites al tiempo sanar y resanas las cosas rotas como si de eso de pendiera tu propia existencia. Eres como los gusanos haces lo que tienes que hacer, sin pensar en el mas allá . sin pensar en lo grotesco de tu misión. Obvio eres solo un material inerte, no sientes.
Resana ahora los espacios vanos, cubrelos; hazlos vivir en el embrujo de la juventud eterna.
La cosa, parece a lo lejos sustancia; siempre la he utilizado nunca le he puesto atención intento rodearme de ellas mas nunca logro hablar de ... No me significan. no hay relación conmigo? Soy hacedora de cosas que no entiendo, cosas que en sí mismas no tienen un porque existir, cosas inútiles, nadie las necesita , solo yo.
Solo yo , la que ahora queda inutilizada por la existencia misma, conciente de sus limitaciones, su belleza y su incapacidad de quedar inoperante ante cualquier provocación. Y ahora yo y mi inutilidad , yo y mis heridas, yo y mi espacios, mis miedos, mi falta de pasión. seremos evidenciados en este proyecto junto con las cosas que día a día me acompañan a hacer lo que sigo sin entender.
Una cosa nueva, mía .
Una cosa vieja, tengo varias en mente.
Una cosa regalada, el obsequio vendrá.
Una cosa prestada, que regresará a su dueño.
Una cosa azul, que terminará siendo blanca.
Una liga siempre estrecha los espacios.
Mi acción suspendida, expiación para comprender mi propio quehacer.
Dos paredes…
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