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III. Posibilidades de una modernidad no occidental. IV. Redefinición de la modernidad

“Con el final de la guerra fría puede afirmarse que la globalización económica ha pasado ha ser más importante que nunca como determinante de la jerarquía.”[1]

El regreso a lo primitivo, prehispánico, religioso; la búsqueda de una identidad en acciones que corresponden al pasado mas bestial del hombre, su conocimiento empírico, denotan que el hombre tiene la capacidad de volver sobre sus propios pasos y reencontrarse con el homo-sapiens perdido dentro del espejismo de la modernidad.

“Se emula la modernidad a través de la tecnología sin embargo, somos incapaces de entender cual es el funcionamiento de cualquier aparato tecnológico de nuestra cotidianidad. No somos capaces de vernos al espejo y entendernos”
[2]
Percibimos un vació, no sabemos de que tipo es; se acerca a lo mítico, lo mágico y lo que no tiene explicación racional.

¿Por que necesita el hombre volver a sus orígenes y reflexionar su estar y ser en un tiempo especifico?

La posmodernidad, es un claro ejemplo de lo que la modernidad rechaza, recapitula sobre sus valores y antivalores. Sin caer en las radicalizaciones en las que cae la modernidad. Acoplando y agrupando a los valores de las etnias, y no rechazándolos.

Recolectando para existir… él mismo hombre lo hizo en su inicios; solo que en este momento lo que obtiene son ideas y no frutos.
El hombre fue y es recolector, fue cazador, se guió por un instinto salvaje al acecho de las presa, el día de hoy las presas son las costumbres e ideologías propias de cada civilización.

El hombre no pudo con el modernismo renunciar a su “yo” primitivo, así que quizá lo mejor sea enfocar la lente en el objetivo original…
“evolucionar”.

[1] Arriaran, Samuel, Filosofía de la posmodernidad. Critica a la modernidad desde América latina.
[2] Entrevista con Francisco Moyao, Septiembre 2006.

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